El Proyecto Anillo de la Universidad Católica del Maule,  este 08 de marzo, con motivo de celebrase el Día Internacional de la Mujer y en el marco del evento realizado por  la Biblioteca Humana Migrante y el Colectivo Migra que se realizó en la Plaza Cienfuegos de Talca, entregó-gratuitamente- varios ejemplares del libro “Narrativas de Otros Ojos”, testimonio de mujeres migrantes en Chile.

El libro fue recibido con mucha aceptación por parte de la población talquina, quien a su vez mostró interés por el tema de la migración en Chile,  específicamente en la región del Maule.

Cabe destacar que la entrega de este libro lo realizó Carmen Arroyo, justamente una mujer migrante, ecuatoriana, afrodescendiente, quien tiene 12 años residenciada en Chile, y sabe lo que atraviesan tantas mujeres que dejan sus países de origen por diversos motivos.

La doctora Susan Sanhueza, autora del libro, explicó que este proyecto Anillo, financiado por el Programa de Investigación Asociativa del Conicyt, quiso recoger las historias de vida de mujeres migrantes de varias partes del mundo, de varias edades, unas dedicadas a las labores domésticas y otras con profesiones altamente calificadas.

“A través de los relatos develamos relaciones de afecto y sexualidad, relaciones de poder y discriminación y relaciones de producción, así, como las experiencias de la maternidad transnacional, provocada por el viaje que separa a madres e hijos. En cada relato, las migrantes hablan con mayor dureza de la pérdida de los afectos y redes de apoyo, de una sociedad que las ignora y niega sus derechos”, dijo Sanhueza.

El Proyecto Anillo de la UCM participó también en este evento de la Biblioteca Humana Migrante y el Colectivo Migra, con una muestra fotográfica “Los Rostros de la Migración”, de la joven migrante venezolana María Guardia.

Dicha muestra fotográfica expone los  rostros de esperanza, fortaleza, determinación, desarraigo, tristeza, violencia y exclusión de los migrantes.  Las imágenes ayudan a comprender la realidad, más allá de las palabras, no olvidarnos que todos somos migrantes, que la migración no es sólo un desplazamiento físico, sino también psicológico y espiritual; y que hay un lugar para todos, que permite relacionarnos y abrir espacios a la interculturalidad.